martes, 22 de septiembre de 2009

El 505

Empecé a tomar el 505 de las 7.28 porque había demasiada nieve para andar en bicicleta. Todos los días salía de la casa corriendo por la nieve, bajaba por la colina hasta la calle industrial y tomaba el bus con la Madonna. El bus seguía por la calle Industrial, tomaba al gordo con gorro nerudiano y aterrizaba a la estación de trenes de Pasila. La Madonna se bajaba ahí y se subía una mina con la cara cuadrada. Esto era lo que más me cargaba, porque ir a Pasila era sin duda una vuelta estúpida y podríamos haber doblado antes hacia el hospital de Aurora, por donde después pasabamos de todos modos. El bus finalmente llegaba al McDonalds del rock y seguía por la calle del Mc Donalds redondo done me bajaba. El gordo y la mina seguían en el bus.

Cuando se derritió la nieve todo cambió. Me compré una bicicleta y escapé de esa rutina horrible que me tenía desesperado. Ahora todos los días bajo raudamente por la colina hacia la calle Industrial, pedaleo pelo al viento hasta la estación de trenes de Pasila y cruzo el parque central. En el parque central se ven conejos y ardillas y paso todos los días por el campo de equitación de la policía en el Ruskeasuo. Rara vez me encuentro con gente conocida.

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