jueves, 3 de mayo de 2012

Lo barato, sano, lo justo, lo sustentable

La mayoría de las familias chilenas destinan buena parte de sus ingresos al consumo. Las familias de menores recursos probablemente privilegien precio por sobre cualquier consideración, pero a mayor ingreso hay mayor libertad de elección. Junto con el precio, existe un creciente interés por consumir productos saludables y, en menor medida en nuestro país, amigables con el medio ambiente (sustentables) y que garanticen un salario justo a sus productores y el respeto de sus derechos humanos (justo). En el mundo, por ejemplo, hay 215 millones de niños trabajadores, otros trabajan hacinados en condiciones inhumanas, ¿quién querría ser cómplice de esto?

Esta pequeña columna es el aporte de un consumidor preocupado por buscar la mejor combinación en Santiago de Chile. Espero les sirva! Partamos por lo más fácil:

1. Frutas y verduras: No hay donde perderse. En Chile tenemos el lujo de tener ferias libres en todas las comunas del país que traen productos frescos y de mejor calidad y precio que los supermercados. Y también es más justo, ya que al menos las ganancias quedan para los feriantes, distribuidores y productores y no para los dueños de las grandes cadenas de supermercados. Horst Paulmann, por ejemplo, tiene una de las 100 fortunas más grandes del mundo. A quién prefiere apoyar?.

Con respecto a lo sustentable, lo mejor es preferir productos locales y de temporada. Los tomates, por ejemplo, en el invierno viajan cientos de kilómetros desde el Norte en camiones, liberando CO2 y gases en suspensión.

2. Productos lácteos: Consumir productos lácteos es saludable y los precios son más o menos parecidos. La diferencia está en el dueño. En los años 70s, Nestlé se hizo tristemente famoso por promocionar la leche en polvo para lactantes en países en desarrollo sin acceso suficiente a agua potable. El resultado: diarrea, desnutrición y muerte infantil. Hay muchas otras razones para no comprar productos Nestlé (vea este link). Los dueños de Soprole también son extranjeros (New Zealand Dairy Board), por lo que la mejor opción actual es Colún. Colún es una cooperativa donde los productores son los dueños de la empresa, por lo que las ganancias se reparten en forma justa. También Surlat es una empresa relativamente pequeña. En cuanto a quesos, hay muchas buenas opciones de pequeños productores en los supermercados y en las queserías de la Vega. Para quesos maduros, la mejor opción costo-beneficio es la quesería de Don Alfonso en Diagonal Oriente con Pedro de Valdivia. Alfonso trae quesos Los Tilos, una pequeña-mediana empresa familiar que produce quesos con muy buena relación precio-calidad.

3. Otros alimentos perecibles: La recomendación general es comprar local. Si está de viaje, lo justo y sustentable es comprar productos locales (miel, mermelada, longanizas, aceite de oliva, etc). En cuanto a las carnes, lo saludable y sustentable es no comerlas. Un 35% de la producción de gases invernadero vienen de la producción agrícola, la mayoría derivada de la producción de ganado. El ganado emite un 9% del CO2 y el 35-40% del metano del mundo. El estudio de Friel y colaboradores, publicado en la prestigiosa revista The Lancet, muestra que reducir un 30% la producción de ganado reduciría un 15% las muertes y discapacidad por infarto cardíaco y ayudaría notablemente a reducir los gases invernadero. A comer menos carne!

4. Alimentos no perecibles: Las opciones en este rubro no son fáciles. Lo saludable es debatible, en general los estudios en Chile muestran que la gran mayoría de las conservas, sopas, salsas de tomate, mayonesas (ni hablar de las galletas y cereales) tienen cantidades excesivas de sal, azúcar,  grasa o todas las anteriores. Si puede, evítelas. Tampoco lo justo es muy fácil. Hay razones fundadas para no consumir productos Unilever ni Kraft debido a diversos crímenes corporativos que han cometido alrededor del mundo. Unilever ha comprado muchas marcas nacionales, así que hay que fijarse en el envase buscando la U famosa. Lo mejor es elegir productos de marcas nacionales y elaborados en Chile. Esto también es más sustentable porque la producción local también reduce la emisión de gases invernadero en el transporte y asegura que sus trabajadores están protegidos por las leyes laborales chilenas, mejores que en otros países en vías de desarrollo. Para comprar especias, aliños, té, café, productos secos, etc. lo más recomendable es visitar alguna de las excelentes tiendas en la calle Artesanos (cerca de la Vega chica).

5. Vinos: Existe la creencia que el consumo de una copita de vino tinto diario es bueno para la salud. Los estudios muestran que esto es cierto en el caso de los infartos, pero aumenta el riesgo de cáncer, cirrosis y otras enfermedades. Por lo tanto, no hay un límite "sano" para consumir alcohol. En cuanto a lo justo, en los países desarrollados existe un sello de "Comercio Justo" que garantiza que los productores reciben condiciones de trabajo dignas. Hay cuatro viñas chilenas que tienen este sello y cuyos vinos se encuentran en algunos supermercados: Lomas de Cauquenes, Los Robles, Sagrada Familia y Mosaique.

Los consumidores tenemos mucho que decir para construir un mundo justo, sano y sustentable. La invitación está abierta para aportar con nuestro modesto granito de arena.